“¡Sí, es Ciro!”, se escuchó en las profundidades del abismo. El reloj rosado que le regaló su enamorada Rosario Ponce, una cadena de oro y sus ropas, confirmaron que el cadáver hallado en un abismo de la “Zona de las mochilas”, en el nevado “Bomboya”, es del estudiante desaparecido hace más de 200 días.
El equipo de 12 personas, entre rescatistas de “Soluciones verticales”, bomberos, peritos de Criminalística y el guía Eloy Cacya, llegó hasta el cuerpo ayer alrededor del mediodía, tras una caminata de más de siete horas desde la “Casita de Peigh”.
Como lo habían mostrado las imágenes previas, encontraron al estudiante en posición fetal. Según las primeras informaciones, presenta una fractura en el brazo derecho y en otras partes del cuerpo. Además, pesa solo entre 20 y 30 kilos, muchos menos de los 80 que tenía en vida.
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